sábado, 31 de octubre de 2015

¿QUIÉN TENÍA LA RAZÓN: DIOS O LA SERPIENTE?

Un relato muy intrigante en el Génesis va sobre Dios que dice a Adán y Eva que después de comer la fruta prohibida morirían (Gn2:16-17), y, sin embargo, la comen y no mueren. Este relato es aún más intrigante porque la serpiente convence a Eva a comer la fruta prohibida – Eva luego convence a Adán a hacer lo mismo – afirmando que no morirán, pero que sus ojos se abrirán y serán como dioses, conocedores del bien y del mal, y más tarde nos enteramos que de hecho a Adán y Eva se les abrieron los ojos (Gn3: 1-7) – se dieron cuenta de que estaban desnudos – y que Adán solo murió cuando tenía 930 años (Gn5: 3). ¿Qué trata el Génesis decirnos al contradecirse?
El Génesis nos anima a encontrar una manera para que Adán y Eva sí pueden haberse muerto después de comer la fruta prohibida, aunque no murieron físicamente. Después de mucha investigación – Albert Einstein dijo: "Si supiéramos lo que estamos haciendo, no se llamaría investigación, ¿verdad?" – y tomar en cuenta un montón de ideas diferentes, vemos que el autor de este libro sugiere que antes de comer la fruta prohibida Adán y Eva eran conscientes de sus reencarnaciones, ya que esto les haría inmortal.

Si comer la fruta prohibida – un cambio en su dieta – hizo que ya no recordaban sus vidas pasadas, al mismo tiempo tampoco podrían estar seguro de lo que sucedería después de su vida actual. Por lo tanto, después de comer la fruta prohibida, deben haber empezado a temer a la muerte y así haberse hecho mortales.

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