miércoles, 30 de septiembre de 2015

LA IGNORANCIA Y LA ARROGANCIA

Las autoridades – religiosas o científicas – no son conocidos por su humildad. Por el contrario, son a menudo arrogantes y no les gusta admitir que no entienden ciertas ideas. El cuento ‘El traje nuevo del emperador’ de Hans Christian Andersen explica muy bien cómo los intelectuales son capaces de engañar a sí mismos. Cuando el sastre del emperador dice que ha hecho un traje para el emperador de un material especial que sólo las personas inteligentes pueden ver, todos alaban su belleza, aunque éste no utilizó tela alguna. Por lo tanto, fue un niño que señaló que el emperador caminaba desnudo.
La sabiduría requiere humildad. Para poder descubrir la respuesta a un misterio, primero debemos reconocer que existe un misterio; que hay algo que todavía no entendemos. La ignorancia y la arrogancia van a menudo unidos. Las personas que son incapaces de aceptar que hay ideas que no entienden o bien las ignoran, o consideran que no tienen sentido, o les dan una explicación poca satisfactoria (mediante la creación de un dogma o un axioma).
El hecho de que San Mateo y San Lucas ofrecen genealogías distintas de Jesús desconcierta a los estudiosos de la Biblia. Los escépticos y cínicos entre ellos afirman que demuestra que el Nuevo Testamento no tiene sentido. Los creyentes entre ellos tratan de dar un sentido a estas genealogías al afirmar que uno traza el linaje de Jesús a través de su madre y la otra a través de su padre, pero no es lo dicen de verdad. Además, ¿cómo explican que ambas genealogías ofrecen diferentes nombres para el padre de José, el esposo de María?

Mucha gente piensa enseguida que una o incluso ambas genealogías son falsas. Sólo el lector atento que es consciente de que a causa de las relaciones extramaritales algunos linajes son verdaderos y otros suspuestos (la pareja de nuestra madre no es necesariamente nuestro padre) se da cuenta de que la Biblia reconoce este hecho. Mientras San Mateo ofrece el linaje verdadero de Jesús, porque se basa en el principio ‘padre engendró a hijo’ (pero termina con: "Jacob engendró a José, el esposo de María, que dio a luz a Jesús"), San Lucas ofrece el supuesto linaje de Jesús, porque comienza con: "Era Jesús, según se creía, el hijo de José, hijo de Elí, hijo de ..." San Lucas no sólo señala que la gente creía que José era el padre de Jesús, sino también que la gente creía que Heli era el padre de José, y esto explica por qué las dos genealogías ofrecen un padre diferente para José.

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