23 de Septiembre de 2015
Estimado Señor,
Me dirijo a Usted con una petición. He descubierto algo
sorprendente sobre la religión (la Biblia) y como Usted es una autoridad y yo
un autodidacta quiero pedirle que evalúe si lo que he encontrado tiene sentido
o no.
Seré breve. Creo poder demostrar, en solo 10 pasos, que el
dogma de la concepción virginal de
Jesús tiene su origen en una mala interpretación de un
‘enigma’ en el Evangelio de San Mateo y que este en realidad nos cuenta quién
fue el verdadero padre de Jesús.
1) No encontramos en el Nuevo Testamento (NT) que alguna vez
Jesús afirmó haber nacido de una virgen.
2) San Pablo, que escribió la mitad de los libros del NT, no
menciona la concepción virginal de Jesús e incluso lo contradice señalando que
Jesús fue un descendiente de David “según la carne” (Rm1:3.)
3) Dos de los cuatro evangelios oficiales – San Marcos y San
Juan – no mencionan la concepción
virginal de Jesús y los dos evangelios que sí se refieren a un misterio
relacionado con el nacimiento de Jesús – San Mateo y San Lucas – ofrecen
genealogías distintas (Mt1:1-17/Lc3:23-38).
4) Debido a las relaciones extramaritales unos linajes son
verdaderos y otros supuestos: el padre de una criatura no es necesariamente la
pareja de su madre. Las genealogías en la Biblia reconocen esta realidad: las
verdaderas se basan en el principio ‘padre engendró hijo´ y las supuestas en
fórmulas como “Conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz...” o
“Jesús era, según se creía, hijo de…”.
5) San Mateo menciona
en su genealogía de Jesús a cuatro mujeres – Rahab, Rut, Betsabé y Tamar – y en
el Antiguo Testamento encontramos que todas tuvieron relaciones extramaritales.
Tamar tuvo a Fares de Judá, su suegro (Gn38). Esto no cuadra con la idea de que
Jesús nació de una virgen. Más bien parece prepararnos para lo que vamos a
descubrir sobre los padres de Jesús.
6) San Mateo basa su
genealogía de Jesús en el principio ‘padre engendró a hijo’, pero termina con: “…Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que
nació Jesús. Así que el total de generaciones
son: 14 desde Abraham hasta David; 14 desde David hasta la deportación a
Babilonia; y 14 desde la deportación a Babilonia hasta Jesús.
7) La división tradicional es: Abraham/David, David/Josías y
Jeconías/Jesús. Pero si en la segunda columna contamos de nuevo a David,
debemos hacer lo mismo en la tercera columna con Josías. Y como Josías marca la
deportación a Babilonia, y ya hay 14 generaciones desde él hasta José, el hecho
de que según San Mateo hay 14 generaciones desde la deportación a Babilonia
hasta Jesús, significa que José y Jesús pertenecen a la misma generación; que
Jacob tuvo primero a José, y más tarde, cuando este llegó a la edad adulta,
tuvo a Jesús de la esposa de José (su nuera), de la misma manera que
generaciones antes Judá tuvo a Fares de su nuera (Tamar).
8) Si Jesús fue el hijo de Jacob, él era un descendiente de
David, y la genealogía en San Mateo tiene sentido: rastrea el linaje hasta
David porque se suponía que el Mesías era un descendiente de él; menciona 4
mujeres adúlteras porque Jesús nació de una relación extramarital; termina con
‘Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús’ e invita a
dividir las generaciones en grupos de 14 generaciones porque así uno puede
darse cuenta de que José y Jesús eran hermanos. Además, San Mateo tenía razones
para ocultar esta información: los judíos solían apedrear a las adúlteras y no
respectaban a sus hijos bastardos.
9) Este enigma no debe sorprendernos porque llamar a la Biblia
un libro ‘sagrado’ originalmente significaba reconocer que guarda secretos (las
palabras ‘sagrado’ y ‘secreto’ tienen un mismo origen: vienen del verbo
‘segregar’; porque la palabra ‘religión’, que procede de la palabra latina
‘relegere’ y significa re-leer, y antes re-unir (religare), se refiere a leer
la Biblia una y otra vez para descubrir sus secretos; y porque, según una
antigua tradición judía, un iluminado es capaz de crear un misterio que se
revela muchas generaciones después y este es el caso de la Biblia.
10) Cuando aparecen los Evangelios, las autoridades cristianas
ya no eran descendientes de judíos, familiarizados con libros que guardan
secretos, sino de paganos, familiarizados con ideas paganas como, por ejemplo,
la de un Dios nacido de una virgen. Al leer en San Mateo: “..María estaba
desposada con José y antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta
por obra del Espíritu Santo”, estas personas supusieron que esto significaba
que María tuvo a Jesús sin tener relaciones sexuales. Y al leer: “Todo esto
sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: “Ved
que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo pondrán por nombre Emmanuel”
(que traducido significa: “Dios con nosotros”)”, creían que esto confirmaba su
suposición. Por lo tanto, pensaron que San Mateo dijo: “…Jacob engendró a José,
el esposo de María, de la que nació Jesús” y que San Lucas dijo: “…era según se
creía el hijo de José” para indicar que no era el hijo de José, sino de un
ángel.
Han pasado 20 años desde que descubrí que San Mateo indica que
Jesús nació de una relación entre María y su suegro. Ya es hora de que el mundo
conozca mi hallazgo. Por esta razón estoy contactando a diferentes autoridades
rogándoles que evalúen mi hipotésis. Me dirijo a Jorge
Mario Bergoglio, porque en el Vaticano tienen la mejor
colección de Escrituras Sagradas; a MunibA. Younan, presidente de la Federación
Luterana Mundial, porque creen en la suficiencia y autoridad de las Escrituras
Sagradas; a George Soros, porque estudió filosofía y los filósofos buscan la
verdad, a Sebastien Fath, porque es un historiador especializado en la
religión, y a Xosé Luís Vilela, porque como director del periodico La Voz de
Galicia evalúa la actualidad y decide qué noticias se hacen públicas.
En anteriores intentos para dar a conocer mi descubrimiento,
algunos objetaron que se puede encontrar en la Biblia lo que uno quiera
encontrar. Yo opino que se puede ignorar en la Biblia – y en la vida misma – lo
que se quiera ignorar. ¿Y no es un ignorante alguien que ignora, a menudo
deliberadamente, cierta información?
Agradecería que evalúen mi hipotésis cuanto antes. Espero que
en esta Navidad la gente conozca la verdad y reflexione sobre todas las
preguntas que mi descubrimiento conlleva. Las más relevantes son: ¿Quién creó
ese enigma? y ¿Por qué demuestra ese enigma su secreto ahora?
Un cordial saludo,
Bruno Lernout
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