viernes, 11 de diciembre de 2015

EXPERIENCIAS VARIADAS

Bruno Lernout nace en 1957 en Duffel (Bélgica). Es el tercero de 8 hijos (tiene 3 hermanos y 4 hermanas). Recibe una educación católica, pero con solo 13 años da la espalda a la religión, porque le disgusta la hipocresía de la iglesia y no entiende cómo tanta gente ha sido asesinada en nombre de Dios.
Estudia arquitectura de jardín. Piensa hacer sus prácticas en Lübeck (Alemania), pero no pasa los exámenes. En vez de irse a vivir al norte viaja hacia el sur. Cuando se estaba preparando para los exámenes un amigo le habló de hacer la vendimia en el sur de Francia y él le promete acompañarlo en el caso de no pasar la prueba.
Viajan haciendo dedo y encuentran trabajo en Gignac, cerca de Montpellier. Luego hacen otra vendimia  en St. Emillion-Puisseguin, cerca de Burdeos. Después van a visitar a unos conocidos en los pirineos. Allí su amigo le habla de regresar a Bélgica, pero él señala el cielo azul y le propone seguir el sol. Se dirigen a Barcelona, Madrid, Toledo, Granada, y luego a Marruecos.
En Marbella conoce a una chica y le promete volver a verla después de viajar a Marruecos. Lo hace, pero a los pocos días tiene que regresar a Bélgica porque se está quedando sin dinero. Promete a su novia buscar allí enseguida un trabajo y ahorrar lo suficiente para en poco tiempo poder regresar.
Unos meses más tarde está de vuelta en Marbella. Para poder trabajar allí necesita un permiso y no sabe cómo conseguirlo. Es bastante frustrante porque sabe 5 idiomas y vive en un lugar turístico donde hace falta gente que habla idiomas.
Al no poder trabajar se junta con jóvenes que  están de vacaciones o en camino hacia Marruecos y que experimentan con drogas. Esto hace que no reaccione de la manera más adecuada cuando él y su novia se enfrentan a un problema. Se separan, pero él se queda a vivir en Marbella. Al final encuentra trabajo para un touroperador belga y consigue un permiso de trabajo. Primero le envían a Mallorca, luego a Tenerife, y dos años después a Marbella.
En los diez años que vive allí (1981-1990) conoce a gente de muchos países diferentes. En esta ciudad turística que atrae a muchos ricos, cada noche es noche de sábado. La gente bebe mucho alcohol y las drogas son fáciles de conseguir. Al final se da cuenta de que esto perjudica su salud y deja el alcohol durante una larga temporada.
Al principio trabaja de guía/azafato. Luego crea un folleto de publicidad y unos años más tarde empieza una papelería especializada en tarjetas, posters, etc. Al trabajar por cuenta propia consigue un permiso de residencia. Pero la tienda no funciona y tiene que cerrar. Las deudas le obligan entonces a volver a Bélgica por unos meses. Necesita dinero y es difícil trabajar por cuenta ajena y conseguir un permiso de trabajo.
Aunque ha soñado en hacerse rico antes de tener 40 años, ahora tiene que trabajar de lavaplatos, de jardinero y de obrero no cualificado. Además, para conseguir trabajo tiene que competir con los inmigrantes del norte de África y del este de Europa. Es una época difícil para él, pero le da una cura de humildad. Para tener más posibilidades a la hora de buscar trabajo aprende a escribir a máquina y a manejar programas de ordenador.
Cuando regresa a España elige Madrid, porque está harto de la vida artificial en este pueblo turístico. Quiere por fin poder sumergirse en la vida y la cultura española. Aunque España ya forma parte de la Comunidad Europea, sigue siendo difícil encontrar un trabajo legal. Responde a un anuncio y le invitan a una entrevista. Una semana más tarde empieza a trabajar, sin contrato, en una pequeña empresa de publicidad que organiza dos veces al año una convención dedicada a la Excelencia en la Imagen Corporativa. Durante estas convenciones empresas de todo el mundo reciben un galardón. Por primera vez en su vida lleva traje (uno caro) y corbata y para su gran sorpresa descubre que ahora le tratan con más respeto.
En esa empresa aprende también que a menudo no leemos lo que dice un texto realmente, sino solo lo que pensamos que dice, y que esto permite crear falsas expectativas y engañar a la gente sin faltar a la verdad. Aunque la mayoría de los galardonados están contentos con un trofeo por el que han pagado un buen dinero, de vez en cuando hay una empresa que se siente estafada y eso le crea problemas de conciencia. Por esta razón, cuando años más tarde le ofrecen un porcentaje de los beneficios, decide irse de la empresa. Considera que entonces sería directamente responsable de lo que hace esa empresa.
La decisión de dejar este trabajo forma también parte de una crisis – tiene casí 40 años –, que curiosamente tuvo su origen en una molestia física, un dolor en la rodilla. Después de visitar a varios médicos tradicionales que no consiguieron ayudarle, consultó a un sanador holístico que le habló de la unión de la mente y el cuerpo. Este  señor le dijo que podía solucionar el problema de su rodilla en poco tiempo, pero que su verdadero problema estaba en un bloqueo mental.
Le prescribió un tratamiento holístico, basado entre otros medicamentos en el oligoelemento ‘oro’, que le ayudó a recordar cosas que habían pasado en su niñez. Empezó de repente a dar mucha importancia a su subconsciente – había dejado de fumar hace años por un sueño y había tenido otros sueños muy interesantes– y a interesarse por el pasado. Quería saber por qué las cosas ocurren de cierta manera. Pronto empezó a cuestionar todo lo que había aprendido. La idea de que a menudo nuevas teorías científicas contradicen teorías anteriores le hacía darse cuenta de que cualquier idea podía ser falsa. Esto le hizo pensar que lo más sensato era intentar descubrir sus propias verdades.
Cuando dudamos de todo, nada está claro y, por lo tanto, todo es posible. No sólo se preguntaba si las ideas de la ciencia eran verdaderas, sino también si las de las religiones, las de las leyendas y los mitos se basaban en la realidad.
Cuando su subconsciente le recomienda hacerse vegetariano, se pregunta de dónde viene esa idea. Descubre entonces que tiene que ver con lo que le enseñaron sobre el paraíso en su niñez. De repente se acuerda de  que la primera vez que escuchó ese relato llegó a la conclusión de que si Adán y Eva habían sido amigos de los animales antes de la expulsión del paraíso, para volver a ser admitidos en él, lo lógico seria volver a hacerse amigos de ellos y, por lo tanto, dejar de comerlos. Se acuerda haberse sentido muy orgulloso por haber encontrado esa solución, pero que al poco rato había pensado que tenía que haberse equivocado, ya que los adultos le daban de comer animales, y suponía que ellos entendían todo mucho mejor.
Habiendo encontrado de dónde venía la idea de hacerse vegetariano, consultó una Biblia para averiguar lo que realmente decía al respecto. Le pareció curioso que más adelante en la vida dejó de relacionar este libro con el vegetarianismo y que ahora asociaba esa dieta más bien con las religiones orientales.
En el Génesis, el primer libro de la Biblia, lee que al principio Dios había dado orden a Adán y Eva de comer vegetales y que sólo muchas generaciones más tarde, después del Diluvio Universal, Dios dio a Noé y su familia el permiso de comer otras criaturas.
Su trabajo en esa empresa de publicidad le permite leer este libro de una manera crítica. Gracias a lo que aprendido allí se da cuenta de que algo no cuadra con esa segunda ley alimenticia. Al preguntar por qué Dios cambió de opinión, descubre que estos textos guardan unos secretos y que Dios, el gran protagonista de este libro, no es un ser caprichoso, sino que se basa en el principio causa efecto.
Mientras muchos consideran que el Génesis está lleno de mitos, él se da cuenta de que este libro está en el origen de las tres religiones monoteístas, y que preguntar por qué tenemos problemas con los demás y con nuestro entorno es lo mismo que preguntar a qué se refiere la fruta prohibida.
Tiene una buena razón para estudiar este libro, porque después de reflexionar sobre la evolución de la humanidad ha llegado a la conclusión de que una sociedad que no vive en armonía – como la nuestra – está destinada a autodestruirse. La evolución de la tecnología no solo hace que las armas sean continuamente más sofisticadas, y que al final permitan al hombre autodestruirse, sino también que un porcentaje cada vez más pequeño de la población se apodera de un porcentaje cada vez más grande de todos los recursos, aumentando así la tensión entre los diferentes grupos de gente y entre ellos y su entorno.
Después de descubrir estos secretos en la Biblia decide escribir un libro, pero cada vez que termina una versión no queda contento y cambia su estructura y enfoque. Este proceso le permite descubrir más secretos en la Biblia y conseguir una mejor comprensión de la misma. Pronto no solo le interesa qué dice este libro, sino también averiguar por qué los demás lo interpretan de una manera errónea.
El haber encontrado en el origen de la Biblia una idea que se considera propia de algunas religiones orientales – el vegetarianismo – le hizo suponer que quizás todas las filosofías y religiones salvaguardaron algunas ideas importantes para la posterioridad. Esta idea le hace ver que para entender la Biblia quizás se debe estar familiarizado con ideas como la reencarnación y el karma.
Como tarda mucho tiempo en escribir su libro, y sus recursos se agotan, empieza a trabajar de guía de senderismo. Durante varios años ha ido cada domingo a la montaña con un grupo de senderistas y tiene un amigo que organiza tours de senderismo y busca a alguien para ayudarle. Le encanta este trabajo porque le gusta la naturaleza – empezó a ir a la montaña para recargar energía – y los clientes de estos tours, norteamericanos, son gente interesante. Varios de sus clientes estudiaron en buenas universidades como Harvard, Yale, o Princeton y algunos son muy ricos.
Gracias a esta gente se da cuenta de sus prejuicios sobre los americanos y los ricos. Aprende mucho de ellos. Le gusta, por ejemplo, que dan las gracias cuando están contentos con un servicio.
Durante estos tours aprovecha la ocasión de hablar sobre sus ideas. Como a menudo la gente no está completamente de acuerdo con él, aprende a ampliar sus vistas y a mejorar sus argumentos. Algunos conocen muy bien la Biblia – muchos clientes son judíos – y aprende mucho de ellos.
De vez en cuando trabaja también de intérprete para los juzgados. Mientras que en el trabajo de guía trata con privilegiados, en el otro trata con marginales (traficantes, ladrones, etcétera). Son contactos cortos, pero le afectan mucho, porque es capaz de imaginarse en el lugar de los delincuentes.
Al principio sólo hace de guía en España, pero como la temporada es corta – del principio de abril al final de octubre – y no tiene trabajo en verano por el calor que hace, empieza a acompañar durante estos meses a grupos de españoles que hacen la ruta de la seda. Gracias a este trabajo entra en contacto con gente de culturas muy diferentes y pronto se interesa por la historia y la religión de estos pueblos.
Más o menos en la misma época hace el camino de Santiago. En el 2003, el año del ‘Prestige’, camina de Roncesvalles a Santiago y luego a Finisterre y Muxía. Le encanta caminar durante tanto tiempo en una misma dirección y ver cambiar, poco a poco, el paisaje y la gente. Al llegar al mar se da cuenta de que no ha tenido una buena interacción con los otros peregrinos, por haber andado muchos kilómetros cada día y encontrarse así casi siempre con otros peregrinos. Así que decide repetir la experiencia al año siguiente. Esta vez sale un 27 de febrero desde Somport con más de medio metro de nieve. Semanas más tarde ha entablado amistad con otros peregrinos y cada noche deciden hospedarse en el mismo albergue. Justamente antes de llegar a Galicia, gracias a la interacción con estos peregrinos, tiene un sueño revelador. Se da cuenta de que no tiene que ver con la magia, sino que es fruto de cómo funciona el subconsciente. Ahora sabe por qué ha tenido ciertas pesadillas y puede hacer algo para evitar que vuelva a tenerlas.
Pronto trabaja también de guía en el camino de Santiago. Le gusta que tantos peregrinos hacen las mismas preguntas que se hace él. Y por esta razón decide años más tarde vivir en el camino de Santiago. Elige Arzúa, a 40 km de Santiago, y empieza allí una tienda que ofrece comida para el peregrino y comida para el alma – food for thought – para el peregrino espiritual. Quiere entrar en contacto con los peregrinos espirituales – en la parte superior de las estanterías encuentran mensajes que forman un recorrido filosófico – pero sin molestar a los demás peregrinos.
En los 6 meses que abre la tienda tiene clientes de más de 65 países diferentes y conoce a varios peregrinos que están muy interesados en sus ideas. Pero 6 meses más tarde tiene que cerrar porque pierde dinero. No le importa demasiado porque se ha dado cuenta de que hay mejores formas para difundir sus ideas.
Al año siguiente empieza a colgar sus mensajes en el camino de Santiago. Por la mañana ayuda a Heidi, que vive en Tabernavella y deja a los peregrinos descansar en su bonito jardín. Allí sus mensajes animan a los peregrinos a cuestionarse a si mismos tanto como cuestionan a los demás.
Charla sobre su filosofía con los que muestran interés y ofrece información turística a los demás. Como ha vivido en muchos sitios diferentes en España, ha conocido a gente de muchos países diferentes y ha trabajado en muchos oficios diferentes, encuentra siempre algo sobre lo que hablar.


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